septiembre 10, 2020

¿El terremoto o la pandemia?

Por Andrés Gauffin

¿Cómo que Gustavo Sáenz y Bettina Romero declinaron la invitación de Mario Cargnello a asistir a la procesión del Milagro alrededor de la plaza, el próximo 15 de setiembre?

Muy bonito aquello de que no pueden asistir si el pueblo no puede asistir. Los deja bien parados, hasta parecen progresistas.

Pero lo que tienen que decir públicamente es que monseñor no tiene autorización para hacer la procesión, que está prohibida por razones sanitarias.

Que si saca las imágenes no prevendrá ningún terremoto, pero seguramente se extenderá la pandemia y sus víctimas. Y no porque lo diga un cura jesuita de dudosa salud, como en 1692, sino porque lo dicen los profesionales médicos, incluido un nuevo ministro que parece que sí está en sus cabales.

Y si el señor insiste con la procesión, entonces Bettina y Sáenz tienen que hacerle saber que se le aplicará el artículo 205 del Código Penal con lo que tendrá que pasar dos años en cárcel “por violar las medidas de las autoridades competentes para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.

Y si pese a las advertencias insiste,  el 15 tienen que mandar efectivos policiales no para tratar que la gente no llegue a la plaza, sino para introducir a los organizadores en los patrulleros en cumplimiento de la ley provincial 8191 que sanciona con hasta 60 días de cárcel inmediata las conductas flagrantes que transgredan las disposiciones sanitarias en el contexto de la pandemia.

Porque la ley 8191 de Sáenz es inconstitucional si se aplica a cualquier habitante de la provincia. Pero aquí podríamos hacer una excepción.