agosto 21, 2020

Ni pío

Por Andrés Gauffin

Está bien, ustedes me han ignorado, pero ahora mismo yo les voy a decir porqué.

Resulta que el gobernador, don Gustavo Sáenz, ingresa a Salta desde Buenos Aires, y en vez de aislarse en un cuarto por catorce días como lo mandan las resoluciones del COE para combatir la pandemia, pues se va la Catedral a golpearse el pecho frente a la imagen del Señor del Milagro.

Y al Procurador Abel Cornejo, jefe de los fiscales, no se le mueve un pelo (¿será mucho pedirle?) ante este delito cometido en el centro de la ciudad.

Y al obispo tampoco se le mueve un pelo (¿es mucho pedirle? ) frente a este pecado contra sus hermanos, porque es un pecado poner en riesgo la salud de sus gobernados, lo aprendí en el seminario.

Lo conté todo en el Face, en este sitio y en Instagram, con lujo de detalles, de normas y de fechas.¿Pero qué logro? Que ustedes me ignoren. Ocho “me gusta” me pusieron. No pueeeee….

Sería un escándalo en cualquier país que se precie de democrático y republicano, que un gobernador no cumpla las normas sanitarias que él mismo puso para frenar el COVID 19. Aquí en Salta no.

Entonces yo ahora mismo les voy a explicar por qué ustedes me ignoran, y porqué en Salta ningún problema.

La cosa viene de 1861, cuando el gobernador José María Todd dejó la ciudad para combatir contra una invasión tucumana. Antes de partir, y como los opositores internos se la tenían jurada, el gobernador organizó un acto público en el que dejó su bastón de mando, signo de su poder, a los pies de la imagen del Señor del Milagro, con el propósito que le cuidara la retaguardia.

Dice la historia, al menos la historia que se transmite oficialmente, que Todd evitó así las confabulaciones internas de los malvados opositores. Cuando regresó, nadie le decía ni pío.

Esa historia se enseñó mucho en el Bachillerato Humanista Moderno, de tal modo que la conocieron los destacados alumnos llamados Juan Carlos Romero, Juan Manuel Urtubey y Gustavo Sáenz.Y lo más interesante de todo esto, ¡parece que es así! ¡Funciona¡ Ni pío se escucha por estos días.