septiembre 2, 2022

Así se incentiva el odio

Por Andrés Gauffin

Nada más habría que mirar las fotos portada de El Tribuno en su campaña sobre la causa de Vialidad y leer la sentida columna que se publica en simultáneo sobre el intento de asesinato a Cristina Fernández, para advertir cómo se puede incentivar el odio en esta Salta en la que vivimos desde un doble discurso.

«La vida humana es sagrada, aunque muchas veces la política lo olvide, lo ignore o lo frivolice. Las invocaciones a la muerte y las amenazas antidemocráticas ocuparon demasiado espacio en los discursos políticos de las últimas semanas. Un clima propicio para incentivar acciones criminales, ya sea que las intente o las perpetre un demente, un simulador o un sicario», escribió en una columna de opinión un anónimo.

El redactor no registró que el matutino para el que trabaja suele darle espacio al diputado nacional neuquino Francisco Sánchez -el mismo que pidió la pena de muerte contra Cristina-, como cuando salió a exigir en sus páginas que la Argentina deje de atender en los hospitales públicos a integrantes de la comunidad boliviana.

«Muchas veces los dirigentes no tienen en cuenta en qué medida la violencia verbal puede derivar en enfrentamientos sin control en el seno de una sociedad como la nuestra, fracturada en varias partes», añadió el opinador anónimo.

No quiso reparar, por supuesto, en que el matutino para el que trabaja todos los días alimenta el odio y la violencia contra la vicepresidenta: sólo hace falta ver las imágenes de Cristina Fernández que elige editar, las más adecuadas para que el machazo salteño local confirme su prejuicio de que no es nada más que una bruja ladrona.

Y para darle más letra, hace dos días no más tituló que «en un solo año Cristina Kirchner triplicó su patrimonio», condenándola ya por la causa judicial, cuando en realidad sólo se trata de una sesgada interpretación de su declaración jurada.

Pero lo más sorprendente es que al momento de comenzar a enumerar los ejemplos de incentivación del odio, el opinador elija señalar ¡la decisión de Alberto Fernández de declarar feriado este viernes! , porque sería la expresión de «la política entendida como lucha permanente entre contrarios, sin capacidad para acordar y gobernar en democracia».

Y hasta aquí la columna anónima de opinión que publica por ahora El Tribuno. Todavía estamos esperando que el matutino de Juan Carlos Romero se exprese con una editorial firmada por el director Sergio Romero. Pero parece que no.

Como tampoco lo ha hecho todavía el propio senador nacional Juan Carlos Romero, en cuyo Facebook aún sólo se escandaliza de «los agravios antidemocráticos y contra de las instituciones de Alberto Fernández», de hace una semana.

Y díganme ustedes si esto no es una muestra cabal de odio. De odio político por supuesto.